Escrito
por Brad Hunter
El
número uno representa la unidad universal, significa el comienzo, el origen.
Si lo multiplicamos o lo dividimos por él mismo,
siempre queda en 1, algo que
no sucede con ningún otro número. A partir del uno se
produce la irradiación
del Todo.
La Gran
Transformación de la Unidad
Alrededor
de todo el globo la gente está despertando al hecho de que la humanidad y el
planeta están transitando una gran transformación.
Esta
transformación está marcada por el aumento en la intensidad de los eventos
globales
. Mientras aquí, en la Tierra, el tiempo en sí mismo parece
acelerarse y acumularse el
caos, una nueva frecuencia de vibración galáctica
está transmutando la existencia. Esto
representa la oportunidad evolutiva más
grande de nuestros tiempos.
Estamos
viviendo un período de grandes cambios donde la realidad se transforma minuto
a minuto con una rapidez exponencial, así todos somos obligados a expandir
nuestras
propias perspectivas de lo que es posible para poder entender el
planeta que nos espera
en poco tiempo. Grandes desafíos nos esperan y
llevarán a la humanidad a encontrarse
con un estado de conciencia global de
unidad, la que nos conducirá a una existencia
más armoniosa y de regreso a la
tan largamente profetizada experiencia de reencuentro
con el Uno.
El
Regreso al Uno
Por
todo el planeta millones de personas creen que 2012 traerá una nueva realidad
de
armonía total, o el fin del mundo. Lo cierto es que el cambio está
ocurriendo justo ahora,
porque puede ser experimentado por todo aquel que
busque un cambio en sí mismo.
Cualquiera
que esté dispuesto a cambiar percibirá que el cambio está ocurriendo en el
interior de todo ser humano en su vuelta de regreso al Uno. Porque en vez de
ver todos
los eventos que ocurren en este planeta como separados y caóticos,
el secreto está en
ver que cada aspecto de la existencia está sirviendo al
plan divino de la creación. Lo
creado se re-crea a cada instante, instando a
la humanidad a descubrir su rol co-
creacional, y a reconectarse con la fuente
divina original de la creación, conocida como
Dios por las religiones. No es
casualidad que “religión”, que proviene del latín religare,
signifique
reunir, reunirse con la fuente de la Unidad.
Es
creencia de los campos de investigación de la ciencia y de la espiritualidad
que todo
provino del Uno, y que al Uno debemos regresar. Hasta el despertar
de esta espiritualidad
naciente, nuestras sociedades, pensamientos y
percepciones individualistas se habían
alejado tanto como fuera posible del
Uno, y así como la humanidad se centró en la
supervivencia del más adaptado
al sistema, se separó al mundo en opuestos.
Muchos
creyeron entonces que ellos eran los “buenos” y que los otros eran los
“malos”,
que unos eran luz y los otros oscuridad, que unos estaban en lo
correcto y los otros
equivocados. Como resultado de esta percepción dividida,
cada ser humano, aún hoy
en día, vive para sí mismo, velando por su propio
interés personal, como un intento de
encontrar la paz interior, modelando el
mundo exterior con sus propias ideas de cómo
debería ser ese mundo. Lo que la
mayoría de la gente que despierta a su llamado de
unidad está descubriendo es
que la paz que buscamos no puede ser alcanzada creando
cambios fuera de
nosotros mismos, porque la verdadera paz sólo puede ser encontrada
en el
interior de cada uno.
Podemos
ver la verdad de esto cuando consideramos que siete mil millones de personas
intentan producir el cambio del planeta fuera de ellos mismos, para conseguir
que el
mundo encaje en su visión de los que para ellos está bien. En todo
caso, cuando nos
damos cuenta de que somos siete mil millones de personas con
siete mil millones de
visiones diferentes de cómo debería ser el planeta,
vemos que la paz, tal como la
buscamos, nunca podrá ser alcanzada.
Las
Cosas Como Son: Una Sola Cosa
Ahora
comenzamos a descubrir que la única forma de lograr la paz verdadera y
duradera
es aprender a estar en paz con las cosas como son. Esta nueva
perspectiva holística de
la realidad nos está conduciendo a comprender que
todo es perfecto como es. Cuando
se logra entender que todos los eventos y
seres que existen lo son –en pos de un plan
divino– es cuando logramos la evolución
de la conciencia y aprendemos que todo está
sirviendo al Uno. Así
establecemos que los eventos en nuestra vida ocurren para asistir
la
evolución del ser espiritual que nunca muere porque es parte del Uno.
Cuando
logramos atravesar todos los desafíos de la vida en gracia y gratitud,
estamos
alcanzando la habilidad de ver todo como Uno y que, ese todo, al ser
divino, está
embarcando al ser individual en su viaje de vuelta hacia el Uno.
Aquellos
afortunados que lograron alcanzar esta sabiduría creen en aquel dicho que
asegura que el conflicto crea conciencia, por lo que creen que muchas
personas en
estado de conflicto están, en realidad, en camino de hallar su
estado de conciencia.
El conflicto entonces es, para muchos, el aliento
necesario para que aquellos alejados
del Uno logren hacer el cambio interior
que les permita regresar al Uno.
Entendiendo
los Cambios Planetarios
Las
grandes transformaciones que acontecen en el planeta son parte de la
evolución,
y conducirán a muchas personas a la posibilidad de verse frente a
su propia muerte con
el fin de permitir el cambio que necesitan. Para muchos,
la pérdida de todo lo que
consiguieron en el mundo material ocurrirá por un
propósito superior, porque ese no es
el mundo real, ni siquiera es una necesidad
evolutiva. No será hasta que el lujo y el
dinero fallen en satisfacer nuestro
ego, y se vea amenazada con la extinción, que muchos
descubrirán que la
riqueza material y el éxito externo son inservibles.
Eso
servirá de inspiración para buscar el único y real camino hacia la evolución,
para
encontrar un nuevo propósito para la vida. Logrando esto, por fin
comprenderán que no
somos seres humanos teniendo una experiencia espiritual,
sino que somos seres
espirituales teniendo una experiencia como humanos. Las
entidades espirituales que
somos agradecerán cuando logremos liberarnos de
las obsesiones materiales del ego,
dando paso a la percepción del espíritu
único que nos une a todos.
Llegaremos
entonces a ver el mundo de una nueva forma, donde la destrucción y la muerte,
que
la humanidad ha negado por miedo durante años, tendrán un lugar y un
propósito por el cual el espíritu
se liberará del aprendizaje material, de
las ataduras de su experiencia humana.
Cuando
finalmente la gente se canse de desear que el mundo sea lo que no es y
aprenda
a estar en paz con las cosas como son, y vean todo como parte de un
plan divino,
aprenderán a ver lo inútil de sus esfuerzos por controlar y
poseer el mundo fuera de
nosotros. Es nuestro egoísmo y nuestro ignorante uso
del libre albedrío lo que nos ha
llevado colectivamente a crear nuestro
estado actual de existencia planetaria.
Tal vez
con un cambio de 180 grados del desinterés personal y un completo traspaso de
la voluntad personal a la voluntad del Uno permitiremos a las fuerzas reales
de cambio
operar a través nuestro y liberarnos de la ilusión de este mundo.
Es por esta razón que
ahora no son pocos los que creen que van a ser
tremendos los cambios en los eventos
externos, los que inspiren el verdadero
e importante cambio interno de la humanidad.
Pero cuando hayamos logradoel
cambio interno, finalmente el mundo externo comenzará
a cambiar, y este es el
propósito divino y de perfección de todo.
Con
esta perspectiva unificada de la existencia será que el individuo aprenderá a
renunciar a “mi” voluntad por “la” voluntad divina marcando nuestro ansiado y
largo
camino de evolución y de regreso al Uno. Entonces aprenderemos a amar,
porque
amaremos las cosas como son, no como queremos que sean.
Nota
publicada en la Revista «Planeta Urbano»
Escrito
por Brad Hunter
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