sábado, 25 de febrero de 2012

del blog de mi amiga Ester....








MIS CERTEZAS


El miércoles he tenido una experiencia que confirmó algunas de mis certezas. 

Las comparto con ustedes:


Sé que todo lo que me sucede es por mi bien mayor. 
Todo tiene un sentido y todo es una oportunidad de aprendizaje.
Nada puede dañarme si me mantengo en contacto con mi ser interior, y reconozco la divinidad en mi. 


Aflojo, acepto, agradezco mi circunstancia aquí y ahora y me abro para reconocer mi propio poder y fortaleza. 


Centrarme en el instante presente, aquí y ahora, en el centro de mi corazón, cerrar los ojos y recordar y sentir amor sin condiciones hacia mi misma, aleja de mi corazón la angustia y los miedos, las culpas y los arrepentimientos, los reproches y los resentimientos.





Tu relación es libre y autónoma cuando:
• Puedes disponer de tu tiempo y tus cosas.
• Expresas tus puntos de vista cómodamente.
• Puedes desarrollar tus actividades tranquilamente.
• No debes pedir permiso.
• Las obligaciones no te asfixian.
• Tu pareja no te vigila.
• Sientes que creces como persona. No debes justificar y explicar cada comportamiento frente a tu pareja como si fuera un juez.
• Obras de acuerdo con tus decisiones.
• Puedes expresar el amor como quieras.
• Tu pareja escucha seriamente tus quejas.

No respeta tu autonomía, tu libertad y tu independencia
quien te quita la posibilidad de actuar, querer o conocer de
acuerdo con tu buen entender y parecer.





PAREJA Y SOLIDARIDAD


Walter Riso, en su libro "Los límites del amor", habla de tres condiciones necesarias para el establecimiento de una pareja sana: SOLIDARIDAD, RECIPROCIDAD, AUTONOMÍA.
Empecemos por la primera, SOLIDARIDAD.

Tu relación es solidaria cuando:
• En los momentos difíciles de la pareja, los dos están
presentes. 
• Cada uno se preocupa por el bienestar del otro.
• Cada quien defiende al otro y la relación, si se ven amenazados de cualquier forma.
• Ninguno de los miembros cuenta intimidades a extraños que puedan afectarlos.
• Ambos se hacen cargo de las responsabilidades
asumidas y están al tanto de lo que le ocurre a la otra
persona.
• Ninguno desprestigia al otro, ni a la relación.
• Luchan hombro a hombro por las metas comunes, sin recostarse en el otro.
• Cada cual siente que puede contar con el otro.
• Los dos se toman en serio.
• Ninguno subestima los problemas que pueda tener la relación.

No es solidario contigo quien hace caso omiso de tus intereses, los subestima o no hace un esfuerzo para
comprenderlos, pese a tus pedidos y redamos racionales.

miércoles 8 de febrero de 2012


ACEPTAR

Cuando hablamos de aceptar como una clave para la felicidad automáticamente pensamos en que necesitamos aceptar las cosas que nos incomodan en la vida. Y sí, eso también. Pero no sólo eso.
¿Te resulta fácil aceptar lo bueno?


Si analizamos bien nuestras creencias a partir de lo que decimos descubrimos que en realidad no es tan fácil estar dispuesto a aceptar lo bueno en la vida. Aunque nos resulte increíble estamos más preparados para aceptar lo negativo.
Veamos:

  • ¿Aceptas de buen grado un regalo sin decir: no tenías por qué, no te hubieras molestado?
  • ¿Recibes los piropos creyendo que lo que te dicen es real?
  • ¿Cuando algo te sale bien piensas que es casualidad?
  • ¿Si alguien te invita a comer o a beber o al cine, inmediatamente quieres pagar tu parte o piensas cómo compensarlo con otra invitación?
  • ¿Dices "no gracias" cuando alguien te ofrece ayuda?
Si hemos respondido sí a alguna de las preguntas anteriores es señal de  que tenemos alguna dificultad para aceptar lo bueno y positivo en nuestras vidas y para sentirnos merecedores de ello. Podemos empezar ahora mismo a cambiar nuestra forma de pensar y nuestras creencias aceptando, agradeciendo y sintiéndonos merecedores.
En el día de hoy acepto y agradezco todo lo bueno que la vida me traiga porque sé que soy merecedora de la abundancia en forma de  ¡dinero, amor, salud, alegría!

sábado 4 de febrero de 2012


AMAR DEMASIADO...MAL

Extraido del libro "LAS MUJERES QUE AMAN DEMASIADO", de Robin Norwood.


"Desde el instante en que Jill tomó conciencia de un problema entre ella y alguien importante para ella, estuvo dispuesta no sólo a tratar de resolverlo sino también a asumir la responsabilidad por haberlo creado. Si Randy, su esposo y su padre no la hablan amado, ella sentía que debía ser por algo que ella había hecho o dejado de hacer. Las actitudes, los sentimientos, la conducta y las experiencias de vida de Jill eran típicas de una mujer para quien estar enamorada significa sufrir. Ella exhibía muchas de las características que tienen en común las mujeres que aman demasiado. A pesar de los detalles específicos de sus historias y luchas, ya sea que hayan soportado una larga y difícil relación con un solo hombre o se hayan visto involucradas en una serie de relaciones infelices con muchos hombres, las mujeres que aman demasiado comparten un perfil común. Amar demasiado no significa amar a demasiados hombres, ni enamorarse con demasiada frecuencia, ni sentir un amor genuino demasiado profundo por otro ser. En verdad, significa obsesionarse por un hombre y llamar a esa obsesión "amor", permitiendo que ésta controle nuestras emociones y gran parte de nuestra conducta y, si bien comprendemos que ejerce una influencia negativa sobre nuestra salud y nuestro bienestar, nos sentimos incapaces de libramos de ella. Significa medir nuestro amor por la profundidad de nuestro tormento."

viernes 3 de febrero de 2012


Sobre el amor...

Estoy leyendo el libro de W. Jagër, "Sobre el amor" y voy entendiendo por qué sentía tanto rechazo por el título del maravilloso e inspirado libro de Robin Norwood "Las mujeres que aman demasiado".
Cada vez que lo digo en voz alta agrego en voz baja: "...que aman demasiado mal".  

Día a día voy descubriendo que del amor, del AMOR, muy poco he sabido y experimentado a lo largo de la vida. Mis creencias, ideas, visiones, imágenes, relatos sobre el amor me han impedido disfrutar de las delicias ilimitadas que nos llegan como consecuencia de amar, de amar de verdad, es decir, AMAR SIN CONDICIONES.
Mis ideas de "lo que debe ser", "lo que tengo que" y "lo que tienes que", han limitado las posibilidades de experimentar el amor y me han mantenido atada, amordazada, encarcelada, maniatada. Por lo tanto, al mismo tiempo he intentado atar, amordazar, encarcelar, maniatar a quien decía que amaba.  Los juicios, la crítica, la queja, las expectativas me llevaban inevitablemente a la frustración, el enfado y la ira. Mis intentos por controlar y manipular a mí misma, a los otros (madre, padre, hijo, amigo,jefe,  hermano o pareja) y a las relaciones que establezco con ellos en nombre de lo que "es lo que debe ser porque así y solamente así está bien", nada tienen que ver con el amor.


Poco a poco voy entendiendo, a fuerza de experimentarlo,  que cuando suelto, libero, desato, abro mis manos para dejar al otro, y a la relación que construimos, ser tal cual es,  me suelto, me libero, me desato y quedo abierta a disfrutar y celebrar el milagro de ser y el milagro de que el otro sea. Y así liberada, sonrío y celebro.



Cuando lo consigo, cuando consigo dejar de poner palabras y explicaciones, cuando bajo el volumen de mi mente parlanchina y puedo contactarme conmigo misma en el centro de mi corazón, despojada ideas y creencias y, desde ahí, siento y vivo, experimento la alegría de ser y se disuelve todo vestigio de sufrimiento. Todo lo que decido en ese estado de amor incondicional a mí misma me encamina a mi propio cuidado y respeto y al cuidado y respeto de los otros.
De eso hablaba San Agustín cuando decía: "¡Ama y haz lo que quieras!".

jueves 2 de febrero de 2012


LAS ENERGÍAS DEL AMOR

"LLEGARÁ UN DÍA EN QUE, DESPUÉS DE DOMINAR EL ESPACIO, LOS VIENTOS, LAS MAREAS Y LA GRAVEDAD, DOMINAREMOS PARA DIOS LAS ENERGÍAS DEL AMOR. Y, ESE DÍA, POR SEGUNDA VEZ EN LA HISTORIA DEL MUNDO, HABREMOS DESCUBIERTO EL FUEGO."   Teilhard de Chardin

miércoles 1 de febrero de 2012


COMPARTIR, EL CAMINO A LA FELICIDAD



por Yehuda Berg
Vivir una vida feliz, plena y con propósito cada día no es sólo un sueño; es nuestra responsabilidad diaria. Todo lo que tenemos que hacer es compartir. Esto se debe a que compartir es el camino directo a la felicidad: necesitamos el proceso incómodo de desarraigar al ego para poder experimentar la realización verdadera. Comparte hoy. Cuanto más incómodo sea, más feliz serás.

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